Universidad Nacional Autónoma de México
Reproducción de los animales domésticos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Capítulo 9. Parto y distocia

9.1.3 ETAPAS DEL PARTO

El parto tiene tres componentes: la madre (contracciones), el feto y el canal del parto. Un parto normal ocurre cuando las contracciones son suficientes para expulsar a un feto normal y correctamente presentado a través de un canal pélvico de dimensiones adecuadas.

Tradicionalmente, el parto se ha dividido en tres etapas (figura 5) y la transición entre ellas se lleva a cabo de forma gradual. Las tres etapas son:

  1. Dilatación cervical e inicio de las contracciones uterinas, también conocidos como signos prodrómicos.
  2. Expulsión del feto.
  3. Expulsión de las membranas fetales.
Figura 5. Etapas del parto.

La duración de estas etapas en las diferentes especies se explica en el cuadro 1.

Cuadro 1. Duración en horas de las distintas etapas del parto en especies domésticas.

9.1.3.1 DILATACIÓN CERVICAL E INICIO DE LAS CONTRACCIONES UTERINAS (PERÍODO PRODRÓMICO)

Se refiere al tiempo necesario para la presentación del feto en el canal de parto y la dilatación del cérvix. Son cambios usualmente no visibles externamente aunque el animal empieza mostrando signos de inquietud, cansancio, aumento en la frecuencia respiratoria y el pulso, con una leve reducción de la temperatura corporal.

Inicia con la dilatación del cérvix por su extremo vaginal debido al efecto hormonal, principalmente de estrógenos. Hay cambios importantes en la constitución y estructura del cérvix como la incorporación de más agua y la separación de las fibras de colágeno.

La presentación del feto se debe a contracciones uterinas de ligera intensidad, movimientos de la madre y movimientos del feto. Los movimientos uterinos pasan de ser aislados y sin patrón, a ser periódicos y coordinados. La separación de la unión materno fetal empieza, en forma histológica, en esta etapa. La presión que ejerce el feto y sus membranas una vez colocados en el canal, completan el proceso (video 1).

Video 1. Feto y sus membranas ejerciendo presión en el canal de parto.

9.1.3.2 EXPULSIÓN DEL FETO

En esta fase el feto es expulsado del ambiente intrauterino al exterior. El alantocorion se rompe y se observa la salida de fluidos por la vulva, acontecimiento popularmente conocido como “romper fuente” (figura 6).

Figura 6. Vaca rompiendo fuente.

Esta fase se debe a dos tipos de presión:

  1. Contracciones uterinas directas de aumentada intensidad y frecuencia.
  2. Presión abdominal, con cierre de la epiglotis. Esta presión es un acto reflejo consecuencia de las contracciones uterinas; sin el cierre de la epiglotis la hembra no ejercerá presión de músculos abdominales.

El feto comienza a atravesar el canal de parto y a hacerse visible en la vulva. En especies como la bovina, equina, ovina y caprina (cuando es gestación monotoca), usualmente, la presentación fetal es anterior con extensión de miembros y dorsal; en el caso de las especies típicamente polítocas, como la canina y la suina (figura 7), casi la mitad de los fetos son expulsados en presentación posterior. Las contracciones uterinas y de los músculos abdominales serán necesarias para que el feto complete su salida.

El conocimiento de los aspectos anatómicos y fisiológicos que rodean esta fase del parto es crucial puesto que, en la mayoría de las ocasiones que se presenta parto distócico, es durante esta fase que se hace evidente. Un parto distócico (figura 8), en la mayoría de los casos, se genera por problemas en la presentación fetal, dificultando la expulsión del feto, con extenuación del músculo del cérvix e incluso de los músculos abdominales. El cuidador de la hembra deberá reconocer cuando hay un problema y así el médico veterinario tendrá mayor éxito en la atención de la hembra.

Figura 8. Vaca en parto distócico.

9.1.3.3 EXPULSIÓN DE MEMBRANAS FETALES E INVOLUCIÓN UTERINA

Posterior a la segunda etapa, las contracciones abdominales cesan casi por completo y sólo se mantienen contracciones miometriales, necesarias para la expulsión de la placenta. Al mismo tiempo, una serie de cambios histológicos en la unión materno fetal ocurren, tales como el encogimiento de la parte fetal por la pérdida de turgencia producto de una deficiente irrigación sanguínea debido a la ruptura del cordón umbilical. Algunos autores mencionan que parte del proceso de separación de la unión materno fetal, al menos en los rumiantes, está mediado por el complejo principal de histocompatibilidad tipo I (MHC-I).

En las especies polítocas, como la cerda y la perra, las membranas fetales siguen o acompañan a los productos en su salida (figura 9). En algunas especies, especialmente las monotocas (vaca y yegua) se forma una masa del saco alantocoriónico dentro del útero que, con apoyo de la oxitocina que se libera por el estímulo del amamantamiento, provoca más contracciones uterinas y nuevamente contracciones de los músculos abdominales logrando finalmente la expulsión de la placenta. Muchas especies domésticas, excepto la equina, ingieren la placenta casi inmediatamente a su expulsión.

Figura 9. Expulsión de un producto de perra con membranas fetales.

La involución uterina se clasifica en macroscópica y microscópica. Por lo general, la primera necesita de algunos días, mientras que la segunda toma semanas. Este periodo de involución del útero de estado grávido al pregravido depende, entre otros factores, del tipo de placentación de cada especie. Así, en especies con placentas de tipo cotiledonario (rumiantes), el periodo de involución uterina es de alrededor de 4 a 5 semanas; en contraste, en las especies con placentación de tipo difuso, este periodo dura entre 2 y 3 semanas.