21.1 INTRODUCCIÓN
Las biotecnologías reproductivas se han desarrollado para la propagación rutinaria y segura del material genético a partir de los pies de cría (video 1). Además, acortan los intervalos generacionales y permiten la selección de rasgos específicos en una población determinada. El semen sigue siendo el componente más económico de la reproducción artificial. Por lo tanto, la inseminación artificial (IA) es la biotecnología reproductiva más utilizada a escala mundial y dependiendo de la especie, requiere la preparación de dosis de inseminación líquidas, refrigeradas o criopreservadas para su descongelación.
21.1.1 DEFINICIÓN
La inseminación artificial es un método de reproducción asistida que consiste en el depósito de espermatozoides en la hembra, mediante instrumental especializado y utilizando técnicas que reemplazan la cópula. El semen puede depositarse en el útero, en el cérvix o en las tubas uterinas (dependiendo de la especie).
21.1.2 HISTORIA
Cuando Anton Van-Leeuwenhoek en el año 1677 vio por primera vez los espermatozoides con movimiento, nadie se hubiera imaginado que eran los inicios de un gran camino para la biotecnología de la reproducción; sin embargo, tuvieron que pasar 107 años para que Lázaro Spallanzani en 1784 hiciera uno de los descubrimientos más relevantes de la reproducción que impactó no sólo a varias especies, incluyendo la humana, sino que también trascendió hasta hoy en día. La cronología de los eventos que han sucedido desde entonces se encuentra resumida en el interactivo 1.
La técnica de IA se desarrolló inicialmente para yeguas y fue adaptada para el ganado en Rusia y Dinamarca. El primer método para la IA en bovinos era depositar el semen en la vagina, como ocurre con el servicio natural. El método con espéculo se desarrolló después; esto consistía en visualizar el orificio cervical con una fuente de luz y depositar superficialmente el semen en el cuello uterino. El concepto de baja dosis espermática para inseminación fue introducido con el desarrollo del método del espéculo después de la inseminación de 0.2 ml de semen en el cuello uterino en comparación con 4 ml de semen en la vagina. A pesar de que el depósito vaginal y los métodos de espéculo fueron relativamente fáciles para llevar a cabo, ninguno fue muy eficiente porque se requerían grandes cantidades de semen, se lograban pocas gestaciones y el esfuerzo para mantener una buena higiene con cualquiera de los métodos no fue propicio para la adopción generalizada de la IA.
El éxito de la IA se transformó por el desarrollo del método rectovaginal en los bovinos por veterinarios daneses alrededor de 1937, que sigue siendo el método todavía practicado hasta ahora. Con este método, una mano enguantada en el recto sostiene el cuello uterino y guía la pistola de inseminación a través del cuello uterino. El otro gran beneficio de la técnica rectovaginal, en comparación con el método en el que se deposita en la vagina, fue que se requería de mucho menos espermatozoides. La adopción del método rectovaginal también fue muy aceptada por el desarrollo de la pistola de inseminación de acero inoxidable, guantes de plástico desechables hasta los hombros, reemplazo de ampollas de vidrio con pajillas de semen de plástico y fundas desechables de plástico. Estos desarrollos hicieron que el procedimiento de IA sea más fácil de realizar, se mejoró la higiene, la bioseguridad, y resultó en mayor fertilidad.
