21.9 INSEMINACIÓN ARTIFICIAL EN EQUINOS
En pleno siglo XXI la inseminación artificial en equinos es utilizada a nivel global en caballos de todo tipo de actividades permitiendo un mejoramiento genético indescriptible (figura 20).
La técnica de inseminación artificial en yeguas es relativamente sencilla en comparación con las de otras especies como los bovinos (interactivo 4). La técnica de inseminación artificial en yeguas ha cambiado poco y se realiza siguiendo el desarrollo folicular para determinar el momento óptimo de la inseminación artificial. Sin embargo, el uso de ultrasonido ha revolucionado e incrementado las tasas de preñez ya que se puede valorar y medir con exactitud el crecimiento folicular y tener una mejor estimación de la hora aproximada de la ovulación.
El uso de ultrasonografía 1–2 días antes de la posible ovulación para evaluar el tamaño del folículo ovulatorio también ha contribuido enormemente a mejorar las tasas de preñez ya que se ha valorado que la presencia de líquido en los primeros días después de la ovulación son fatales cuando baje el embrión 5–6 días postovulación. El seguimiento con ultrasonografía estos primeros días postovulatorios y aplicar tratamientos que eliminen la presencia de líquido en el útero (figura 21) antes de que el embrión descienda ha incrementado la fertilidad enormemente.
Una nueva tecnología en reproducción equina ha venido a mejorar aún más las tasas de preñez de las yeguas. El uso del doppler para valorar la salud del folículo y su posible fertilidad midiendo el flujo de sangre y sus cambios conforme se aproxima la ovulación es la mejor manera de decidir si este folículo es de alta fertilidad y es digno de seguir con el proceso de inseminación o esperar el siguiente ciclo de la yegua.