16.6 MÉTODOS PARA ESTIMULAR O SINCRONIZAR LA ACTIVIDAD SEXUAL DE LOS CAPRINOS DURANTE EL REPOSO O LA ESTACIÓN SEXUAL
16.6.1 MACHOS
Tratamientos fotoperiódicos
En los machos cabríos Alpinos y en los locales del norte de México, alojados en instalaciones abiertas, la actividad sexual se estimula durante el periodo de reposo al someterlos a 2.5 meses de día largos (16 h de luz/día) a partir del 1 de noviembre. En estos machos las concentraciones plasmáticas de testosterona, el olor y el comportamiento sexual son superiores de marzo a mayo a diferencia de los machos no tratados (figura 12).
En los machos, Alpinos y Saanen, si los días largos inician el 1 de diciembre su actividad sexual es superior de abril a junio que la de los machos no tratados. En estos tratamientos la luz artificial se otorga de 06:00 a 08:00 y de 18:00 a 22:00 (figura 13).
Independientemente de la fecha de inicio del tratamiento luminoso, la actividad sexual de los machos se estimula de 1.5 a 2 meses después de terminados los días largos, para que éstos manifiesten intensa actividad sexual durante alrededor de 2 meses. Estos machos pueden utilizarse para monta natural o para obtención de semen para inseminación artificial.
Abolición de la estacionalidad sexual
En los machos Alpinos y Saanen, alojados en habitaciones que permiten controlar la duración del día, la alternancia de 1 mes de días largos (16 h de luz/día) y 1 mes de días cortos (8 h de luz/día) evita variaciones estacionales del peso testicular, producción espermática cuantitativa y cualitativa así como de la libido. El semen de estos machos es colectado todo el año, congelado y utilizado para la inseminación artificial (figura 14).
Resultados similares existen en los machos de raza Angora.
16.6.2 HEMBRAS
Tratamientos fotoperiódicos
En cabras alojadas en instalaciones abiertas la actividad sexual se induce durante el anestro estacional al someterlas a 2 meses de día largos (16 h luz/día) entre octubre y enero en el hemisferio norte. Al terminar los días largos, las hembras se someten a las variaciones naturales del fotoperiodo y la actividad estral, así como ovulatoria, inician alrededor de 90 días de terminados los días largos. Las hembras no gestantes pueden presentar 2 o 3 ciclos estrales.
Prostaglandinas
Las prostaglandinas permiten la sincronización del estro y la ovulación en hembras cíclicas cuando existe un cuerpo lúteo funcional, es decir, entre 4 y 16 días después de la ovulación. Dos inyecciones intramusculares de prostaglandinas o sus análogos con un intervalo de 10-14 días son mejores que una sola dosis. La dosis mínima recomendada para inducir la luteólisis es de 50 μg. En hembras sincronizadas la monta natural o la inseminación artificial se efectúan 12 y/o 24 horas después de iniciado el estro.
Dispositivos vaginales e implantes subcutáneos
Esta técnica permite inducir y sincronizar tanto el estro como la ovulación de las cabras durante el anestro estacional. Para ello, se utilizan esponjas vaginales impregnadas con 20 mg de Cronolona (Progestágeno sintético), además se utilizan gonadotropina coriónica equina (eCG) y PGF2α o sus análogos. Las esponjas permanecen en la vagina 11 días.
La eCG y las prostaglandinas se aplican por vía intramuscular 48 horas antes de retirar las esponjas. Las dosis de eCG varían de 200 a 600 U.I. según la producción de leche, mientras que la de prostaglandinas es de 50 μg. Las hembras se inseminan 43 horas después de retirar las esponjas vaginales y la fertilidad al parto es de 70% (interactivo 3).
Otra posibilidad, es insertar las esponjas por 5-7 días y al momento de retirarlas aplicar eCG así como prostaglandinas. Las hembras se inseminan 54 horas después de retiradas las esponjas y la fertilidad es del 60% (interactivo 4). Los mismos protocolos pueden utilizarse con el dispositivo intravaginal denominado “Controlled Internal Drug Release” (CIDR) que contiene progesterona e implantes subcutáneos que contienen norgestomet. Si las hembras tratadas con estos protocolos no quedan gestantes después de la inseminación artificial o la monta natural la mayoría de ellas entrarán nuevamente en anestro estacional.
Efecto macho
La introducción de un macho cabrío en un grupo de hembras en anestro estacional puede estimular la actividad sexual de éstas. Este fenómeno es conocido como “efecto macho”. Las cabras ovulan generalmente de 2 a 5 días después de haber sido expuestas a los machos pero una alta proporción de estas ovulaciones no se asocian con un comportamiento de estro. Además, la duración de la fase luteal es corta y la mayoría de las cabras ovulan nuevamente entre 6 y 10 días después de la primera ovulación. Esta segunda ovulación se asocia generalmente a un comportamiento de estro y a una fase luteal de duración normal. Por ello, la mayoría de las cabras pueden quedar gestantes en la segunda ovulación inducida por los machos (figura 15).
Varios factores pueden modificar la respuesta de las cabras al efecto macho; incluyendo la intensidad del comportamiento sexual desplegado por éstos, de hecho, una limitante del efecto macho es que cuando se efectúa a la mitad del anestro estacional ninguna hembra responde o solo una baja proporción de ellas lo hace, probablemente por el débil comportamiento sexual de los machos que se encuentran también en reposo sexual. Por lo tanto, los machos inducidos a una intensa actividad sexual al someterlos a 2.5 meses de días largos, estimulan el estro y la ovulación en la mayoría de las cabras (>90%); mientras que sólo una baja proporción (<10%) de hembras expuestas a los machos testigo en reposo sexual manifestaron actividad sexual. La fertilidad al parto es de 70%. Las cabras no gestantes pueden manifestar 2 o 3 ciclos estrales (figura 16).
Abolición del anestro estacional
En las hembras caprinas la presencia permanente de machos cabríos sexualmente activos evita la aparición del anestro estacional. Para tener machos sexualmente activos todo el año se utilizan machos expuestos a dos meses de días largos, entre septiembre y febrero, para que manifiesten intensa actividad sexual de enero a junio, los meses de reposo. Además, se utilizan machos no tratados que manifiestan intensa actividad sexual de julio a diciembre, durante la estación sexual. La mayoría (86%) de las cabras en contacto con los machos sexualmente activos presentaron ciclos ovulatorios durante todo el año. En cambio, las cabras en contacto con los machos testigo presentaron 3 meses de anovulación y la estación sexual inició en julio; las cabras aisladas de los machos presentaron 5 meses de anovulación y la actividad sexual inició en octubre (figura 17).