Universidad Nacional Autónoma de México
Reproducción de los animales domésticos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Capítulo 11. Bovinos productores de leche

11.8 LINEAMIENTOS PARA LLEVAR A CABO UN MANEJO REPRODUCTIVO DEL HATO

La principal premisa es que no hay un esquema de manejo reproductivo mejor que otro. La elección de éste la debe realizar el profesional en conjunto con el responsable de la finca considerando varios factores:

  1. Número de animales.
  2. Sistema de manejo general (pastoril, semiestabulado, estabulado).
  3. Cantidad de ordeños por día, estrategias de alimentación y distribución de los animales en grupos o lotes.
  4. Personal capacitado.
  5. Estado de los animales y nivel de producción.
  6. Manejo reproductivo general de las vacas.
  7. Estado sanitario general del hato.

La siguiente decisión del profesional es si se va a emplear un sistema que contemple la detección de calores o una IATF. Inclusive el uso de la monta natural en vacas repetidoras se ha vuelto un sistema cada vez más utilizado. Cualquiera que sea la decisión hay que considerar la paridad de las vacas, cuántas de ellas se encuentran ciclando, así como las ventajas y desventajas de cada esquema.

El profesional debe saber comunicar al encargado de la finca y sobre todo al propietario, de todos los programas que existen, y aún en un mismo programa en subsiguientes aplicaciones, hay que esperar una relativa variabilidad (interactivo 9). Esto es fundamental porque la eficiencia reproductiva es multifactorial.

Interactivo 9. Actividades relacionadas con la intervención del profesional para dar seguimiento a la posible gestación.
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Eficiencia reproductiva

La eficiencia reproductiva se puede definir como una medida de logro biológico neto de toda la actividad reproductiva, que presenta el efecto integrado de todos los factores involucrados: estro, ovulación, fertilización, gestación y parto. El objetivo primordial de los procedimientos de manejo reproductivo debe ser optimizar la eficiencia del hato y este objetivo solo puede lograrse a través de un examen ginecológico postparto, tratamiento de posibles alteraciones, eficiente detección de calores, servicio temprano y si es considerado adecuado, sincronización de estro. Los parámetros de fertilidad más importantes son: porcentaje de preñez al primer servicio, números de servicios por concepción e intervalos parto a concepción.

En los sistemas pastoriles de producción lechera, las pariciones son generalmente estacionales, así como los períodos de servicios, en coincidencia con las máximas ofertas forrajeras. Estas se planifican con épocas de empadre de menos de 100 días en otoño-invierno y/o primavera-verano. Con estos cortos periodos de servicio es necesario maximizar el porcentaje de preñez (porcentajes de detección de celos por porcentaje de concepción en un periodo de 21 días), y esto solamente se puede lograr mediante un buen programa de manejo reproductivo. Al ser la duración de la gestación prácticamente constante, el intervalo parto a concepción (días abiertos) determina la duración del intervalo entre partos (IEP), por lo que la meta es entonces lograr un IEP de 12 meses.

Las pérdidas económicas por un intervalo posparto prolongado se deben a periodos secos largos o a lactancias prolongadas, cuando el promedio de producción de leche por día es sensiblemente menor.