6.6 OVULACIÓN
La ovulación, en sentido fisiológico, significa la liberación del óvulo por acción de una serie de cambios vasculares y proteolíticos en varios de los componentes del folículo, inducidos por la fuente preovulatoria de LH.
El cambio vascular más notorio es un aumento del flujo sanguíneo, el cual es controlado por la histamina y la prostaglandina E2, lo que ocasiona una mayor permeabilidad vascular en la teca, con un aumento en la presión hidrostática alrededor del folículo. En la vasoconstricción también interviene la angiotensina II. Los mecanismos antes mencionados han sido corroborados por imágenes in vivo bajo el modelo de ratón, lo que sugiere un mecanismo similar en otras especies animales.
Los cambios proteolíticos se asocian con las células de la teca interna que producen progesterona, necesaria para la secreción de colagenasa y para iniciarla degradación del tejido conectivo. De forma simultánea, después del pico de LH, se secreta localmente PGE2 y PGF2α, esta última hace que los lisosomas de las células de la granulosa liberan enzimas que van a degradar el tejido conectivo del ápice del folículo.
La PGF2α también produce un aumento de la contractibilidad del ovario, por su acción sobre las fibras musculares lisas, lo que incrementa la presión local del folículo, haciendo que el estigma se rompa a nivel de la superficie del ovario (figura 14). Por otro lado, la PGE2 interviene en la organización del cuerpo lúteo y activa el plasminógeno que, posteriormente, se convertirá en plasmina por acción de una sustancia activadora.
Durante la luteinización, ocurre una significativa hipertrofia e hiperplasia de las células de la teca, las cuales migran dentro de lo que fuera la cavidad folicular y se dispersan entre las células de la granulosa luteinizadas, éstas acumulan retículo endoplásmico liso, las mitocondrias se hacen redondeadas y acumulan gránulos de glucógeno. Se ha establecido que este proceso ocurre bajo un ambiente hipóxico que promueve la síntesis de P4 a través de la proteína encargada del transporte de colesterol hacia el interior de la mitocondria (StAR)y la expresión del 3 beta hidroxiesteroide deshidrogenasa (3β-HSD) durante la fase inicial de formación del cuerpo lúteo.
Finalmente, desde hace varias décadas, se han realizado estudios que sugieren que la ovulación ocurre como respuesta a un proceso inflamatorio, ya que se han identificado ciertas sustancias que intervienen en este proceso como la IL-6 que regula las funciones celulares tanto del ovocito como del cúmulo.