Universidad Nacional Autónoma de México
Reproducción de los animales domésticos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Capítulo 6. Ciclo estral

6.4 FACTORES QUE AFECTAN LOS PATRONES DE COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO

Existen diferentes factores que alteran el comportamiento reproductivo de los animales, lo cual hace necesario su identificación y estudio, entre estos existen:

Estrés. Afecta la función sexual en los tres niveles del eje hipotálamo-hipófisis-gónada, a nivel del cerebro inhibe la secreción de la GnRH, en la hipófisis interfiere con la liberación de LH y en las gónadas afecta la secreción de los esteroides en respuesta a las gonadotropinas. El estrés más conocido es por calor que ocasiona alteraciones en los procesos fisiológicos como el celo, ciclo estral, implantación y gestación, lo que tiene como consecuencia grandes pérdidas económicas (figura 7).

Temperatura. Tiene menos efectos que la luz, los más marcados se relacionan con una disminución de la expresión del celo en los días de mayor calor, igualmente la viabilidad de los embriones se ve comprometida por las altas temperaturas en las especies no adaptadas a ciertas condiciones climáticas. El frío ocasiona efectos sobre el metabolismo que se ven reflejados en una disminución de la actividad reproductiva (figura 8).

Fotoperiodo. El responsable de este efecto es la glándula pineal, que al percibir la señal lumínica, gracias a el nervio óptico, actúa sobre el hipotálamo disminuyendo la secreción del factor de liberación de las hormonas gonadotrópicas y las gonadotropinas. Así, por ejemplo, la yegua tendrá sus ciclos estrales cuando el fotoperiodo es mayor, es decir, cuando los días son más largos y las noches más cortas (que corresponde a la primavera, verano y principio de otoño). En aquellos meses de poca luz, los ciclos estrales cesan y el animal entra en un anestro verdadero (anestro de invierno).

Se podrá consultar de nuevo el capítulo 4, figura 13 para recordar la regulación del ciclo estral por medio de la melatonina en especies estacionales de días largos.

Estudios en México han encontrado que, a pesar del marcado efecto del fotoperiodo en las ovejas, existen excepciones a la regla ya que algunas razas ciclan todo el año.

Nutrición. En la actualidad está bien establecida la relación nutrición-reproducción que puede ser ilustrada a través de varios ejemplos.

  1. En ovinos y cerdos, al aumentar los niveles de energía cerca de la ovulación (efecto flushing), se obtiene un mayor número de folículos ovulados.
  2. En bovinos, cuando los animales pierden entre 22-24% de su peso corporal entran en un anestro prolongado. Además, si la restricción nutricional es crónica, resulta en una reducción de la tasa de crecimiento del folículo dominante, disminución del tamaño y persistencia (figura 9).
  3. Dentro de la partición de nutrientes consumidos por el animal existen prioridades, siendo la reproducción la de menor importancia, esto ha llevado a afirmar que la reproducción es una función de lujo y que la única especie capaz de reproducirse bajo condiciones extremas es la humana.

Factores sociales. En los bovinos, cuando se aumenta el tamaño del hato, las vacas dominantes agreden a las más jóvenes que presentan ciclos estrales más cortos. Además, las vacas que ganan en jerarquía social, son más fértiles y producen más leche que las subordinadas, lo anterior tiene implicaciones prácticas cuando se conforman grupos de animales dentro del hato.

En cerdas se ha visto que en grupos, de 10 o más, en contacto con el macho la presentación de la pubertad es de 28 semanas, sin embargo, en grupos más pequeños como los de tres hembras en contacto con el macho, la pubertad se alcanza más tarde (figura 10).

Figura 10. Vacas corneando representando un factor social.

Efecto Hembra-Hembra. Este efecto ha sido bien estudiado en pequeños rumiantes. La introducción de un grupo de hembras ciclando a otro grupo en anestro estacional adelanta la estación reproductiva, induciendo y sincronizando la ovulación (figura 11).

Efecto macho. En algunas especies como cerdos, ovinos y caprinos, la exposición del macho o sus secreciones (orina) a las hembras, tiene efecto sobre la actividad reproductiva. Se conoce como bioestimulación y su mecanismo se ha atribuido a las feromonas que se eliminan en las secreciones naturales (figura 12).

En vacas Holstein en anestro posparto expuestas al toro se vio un efecto sobre la secreción de LH; igualmente, en novillas para carne la exposición al toro aceleró el inicio de la pubertad.