22.5 COLECCIÓN DE EMBRIONES
Lo ideal es trabajar con grupos de 4 o 5 donadoras por día por la variabilidad de la respuesta superovulatoria. No es recomendable trabajar con una sola por día. Los ovarios de las donadoras deben ser palpados (o examinados por ultrasonografía) para estimar la respuesta al tratamiento superovulatorio y ordenar el trabajo del día. Es mejor comenzar con las que tienen mayor respuesta para poder organizar la transferencia de los embriones frescos y congelar el sobrante en el caso de que tengamos más embriones que receptoras.
Las técnicas de colección de embriones consisten en el lavado interno de los cuernos uterinos; siete días después de la IA de la donadora, los embriones son recolectados con la ayuda de un catéter que es introducido por la vagina hasta el útero (figura 5). Existen varias clases de catéteres para la recolección: Foley de dos vías, Foley de tres vías (son los más usados), el modelo Neustadt/Aisch, o modificaciones de los mismos realizadas por distintos proveedores. Se puede utilizar una gran variedad de medios de recolección, pero el más popular actualmente es el Dulbecco’s Buffer Salino (PBS), porque tiene fosfato como buffer y su pH cambia en forma mínima al ser expuesto a la atmósfera.
El medio recolectado es colocado en un filtro especial con una malla de 50 µm que permite el paso del medio y no de los embriones. Finalizado el filtrado, se lava la malla del filtro con PBS utilizando una jeringa y aguja fina; el fluido es recolectado en una caja de Petri y se procede a la búsqueda de los embriones.
Un medio de cultivo de embriones ideal será aquel que se asemeje física y químicamente al medio en que se encontraban los embriones al momento de ser recolectados. Los embriones mamíferos están altamente adaptados al medio uterino de la madre, por lo que es imprescindible mantenerlos en condiciones óptimas. El pH debería mantenerse a 7.4 ± 0.5 y la osmolaridad en 285-300 mosm/L.
