17.5 TRANSPORTE DE GAMETOS Y FERTILIZACIÓN
En la yegua los espermatozoides son depositados en el útero y se requieren aproximadamente cuatro horas para que exista el número suficiente de espermatozoides viables en el oviducto para asegurar la fertilidad de un eyaculado depositado en el cuerpo del útero, aunque a las dos horas post inseminación pueden identificarse espermatozoides en los oviductos. Por otra parte, existe un aumento en las contracciones miometriales, lo que colabora con el transporte de los espermatozoides, ayuda a la eliminación mecánica del exceso de células espermáticas que no fueron utilizadas, así como de los productos generados de la reacción inflamatoria al eyaculado.
También se sabe que el plasma seminal juega un papel importante en la protección selectiva de los espermatozoides viables impidiendo que sean fagocitados durante su transporte, ya que previenen su unión con células polimorfonucleares que aparecen alrededor de media hora después de la presencia del semen en el útero.
De los millones de espermatozoides depositados en el cuerpo del útero (108-109), sólo algunos tendrán acceso a los oviductos (102) debido a la selección ejercida a través del útero y la unión útero-tubárica. Esta última es la barrera más importante para que las células espermáticas lleguen hasta el sitio de fertilización en el ámpula del oviducto y se ha sugerido que también juega un papel importante en la selección de los espermatozoides morfológicamente normales, además de actuar como sitio de almacenamiento de estos junto con la parte caudal del istmo del oviducto, el cual se cree, sirve como reservorio y secuestra a las células espermáticas, por medio de la unión de estas a las células oviductales, con lo que se evita la capacitación espermática hasta el momento de la ovulación.
En el equino, los espermatozoides pueden sobrevivir en este reservorio hasta alrededor de 6 días. Se adhieren a las células oviductales y permanecen en periodo de pre fertilización. Estudios in vitro han demostrado que los espermatozoides criopreservados no se adhieren igual que los espermatozoides de un eyaculado fresco.
Una vez adheridos los espermatozoides, el oviducto modula algunos cambios para evitar la capacitación prematura y la exocitosis acrosomal del espermatozoide permitiendo una población competente al momento de la fertilización. Asimismo, el calcio intracelular se mantiene en niveles basales hasta que los espermatozoides son liberados para viajar al sitio de fertilización. Aunque no se conoce el mecanismo exacto, se sabe que la ovulación influye en la liberación de los espermatozoides almacenados hacia el sitio de fertilización. Esta liberación está influenciada por cambios periovulatorios en el pH, temperatura y iones de calcio en los fluidos oviductales, permitiendo la capacitación y la motilidad hiperactiva de éstos, favoreciendo el arribo al sitio de fertilización y la penetración del ovocito.
El tránsito del ovocito dentro del oviducto, una vez efectuada la ovulación, depende de la combinación de los fluidos oviductales, la acción ciliar de las células oviductales y las contracciones musculares. El transporte oviductal en la yegua tiene características únicas, ya que al parecer los ovocitos no fertilizados son retenidos en el oviducto mientras que los ovocitos fertilizados son transportados hasta el útero.
A diferencia de otras especies de mamíferos, como los bovinos o incluso los humanos, la fertilización in vitro convencional (FIV) no ha funcionado de manera confiable en equinos.
El fracaso de esta técnica se atribuye a la inhabilidad del espermatozoide para penetrar la zona pelúcida como resultado de un método inadecuado para la capacitación del espermatozoide in vitro. La única técnica de fertilización in vitro que funciona en el equino actualmente es la Inyección intracitoplasmática espermática (ICSI por sus siglas en inglés).