17.7 GESTACIÓN
Como sabemos la fertilización se lleva a cabo en el ámpula del oviducto y una vez que ocurre se procede al transporte del embrión al útero con una duración aproximada de entre 5 y 6 días, emergiendo del oviducto en la fase de blastocisto temprano.
Al momento de entrar al útero desecha la zona pelúcida; una cápsula casi única en el equino formada por una capa de glicoproteínas y mucina antiadherente que es la estructura exterior del embrión. Esta cápsula ayuda a realizar la fase móvil, en la que migra por todo el útero transfiriendo las señales necesarias para el reconocimiento materno. El pico de movilidad del embrión a través del útero es entre los días 12 y 14, coincidiendo con la etapa de reconocimiento materno y el bloqueo de la producción de prostaglandinas por el endometrio de la madre. Se dice que puede recorrer el útero entre 10 y 20 veces en un día (video 2). Clínicamente, gracias a esta movilidad del embrión y su crecimiento diario, uno puede distinguir ecográficamente un embrión de un quiste endometrial.
La fase móvil termina aproximadamente el día 16 de gestación y en los ponies en el día 15 cuando la vesícula embrionaria crece y se fija en la base de uno de los cuernos uterinos, en la flexura caudal del cuerno, independientemente del lado de la ovulación. En yeguas que ya han tenido partos anteriormente, lo más común es que se fije en el cuerno no gestante de la gestación anterior. La vesícula embrionaria mantiene su forma esférica y por medio del tono y la tubularidad del útero, así como de las contracciones uterinas, se orienta y rota de manera que el embrión se coloca en la parte ventral del saco vitelino.
Una vez fijo comienza la expansión y la formación del alantoides que empuja al embrión hacia arriba en lo que va desapareciendo el saco vitelino. En esta etapa se puede observar el embrión y su latido cardiaco por ultrasonido, así como la división entre el saco alantoideo y el saco vitelino (figura 8).
Por el día 36, las células trofoblásticas empiezan a invadir el endometrio formando las copas endometriales (figura 9), únicas en los equinos y que producen gonadotropina coriónica equina (eCG) para la producción de cuerpos lúteos accesorios o secundarios.
La implantación, así como la placentación se empieza a desarrollar y se forman microvellosidades entre el día 42-45 y, gradualmente, los sacos fetales se empiezan a expandir y el alantocorion se adhiere firmemente a los 90-100 días, llegando a la maduración de los microcotiledones para el día 150. Recordemos que la placentación de la yegua es epiteliocorial difusa.
Durante la primera mitad de la gestación, el feto flota libremente en el líquido alantoideo sostenido por el cordón umbilical. Posteriormente, con el crecimiento fetal y la disminución relativa del líquido alantoideo, el feto disminuye su actividad y se acomoda normalmente en presentación craneal y posición dorso púbica con los miembros posteriores dentro del cuerno gestante hasta que comienza el parto.
17.7.1 ENDOCRINOLOGÍA DE LA GESTACIÓN
El embrión equino tiene capacidad para sintetizar prostanoides con efectos en el oviducto permitiéndole migrar en el útero para prevenir la luteólisis, dando paso al reconocimiento materno de la gestación.
En las yeguas la secreción de progesterona ovárica es necesaria para mantener la gestación en los primeros 50-70 días. A partir de la sexta semana de gestación, la formación de las copas endometriales produce la secreción de eCG, misma que suplementará la secreción de progestinas del tejido luteal accesorio, estimulando la síntesis de progesterona y sulfato de estrona por el cuerpo lúteo primario. Una vez que el tejido luteal comienza a reducirse a causa de la regresión de las copas endometriales, el alantocorion adquiere el rol principal en la síntesis de progestinas, este proceso se llama transición lúteo-placentaria. A partir del día 100 la hipertrofia de las gónadas fetales secretan andrógenos, generando un incremento en las concentraciones de estrógenos. Las concentraciones de PGF2α se mantienen en niveles basales al final de la gestación, comenzando a incrementar en las últimas 2 semanas preparto, provocando un incremento en la actividad del miometrio, siendo importantes también en la maduración y desarrollo fetal.
17.7.2 MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN
La palpación rectal y la ultrasonografía son los métodos más utilizados y confiables para el diagnóstico de gestación en yeguas. La palpación rectal es el método que más se ha utilizado por años, sin embargo, actualmente la ecografía vino a revolucionar el diagnóstico de gestación. Con este método se puede determinar la gestación de manera confiable entre los 12 y 15 días, permitiendo desde la identificación de gestaciones gemelares hasta el latido cardiaco del feto y la determinación del sexo del producto (figura 10).
Es importante hacer un examen minucioso a través de todo el útero y en el interactivo 2 están algunos de los puntos importantes en cuanto a tiempos y tamaños del producto al momento de palpar a la yegua gestante.
Métodos de diagnóstico de gestación alternativos:
Comportamiento: un método muy antiguo y barato, aunque no confiable, es el retorno al estro de una yegua después de haberla servido. Como sabemos, la mayoría de las yeguas entre los 17 y 21 días postovulación deberían de mostrar signos de estro en caso de no estar gestantes. El problema es que hay muchos falsos positivos, ya que algunas yeguas no muestran signos de “calor” a pesar de estar en estro (video 3). También es difícil en yeguas que tienen potro al pie, en yeguas vírgenes y en yeguas que tienen cuerpos lúteos retenidos o pérdidas embrionarias al momento del reconocimiento materno. Sin embargo, puede darle al propietario de la yegua un indicio de una posible gestación, que al final se tendrá que corroborar con algún otro método.
Progesterona: la medición de progesterona entre los días 17 y 21 después de la ovulación tampoco es un método muy confiable de diagnóstico de gestación, puesto que, aunque se puede medir la presencia de tejido lúteo, a diferencia solamente del comportamiento de la yegua, existen factores como el alargamiento de la fase lútea por ovulaciones de diestro o la pérdida embrionaria al momento del reconocimiento materno que darán positivos mientras que la yegua no está gestante. Rutinariamente la medición de progesterona se realiza en yeguas que clínicamente se sabe que están gestantes y que el médico veterinario por alguna razón piensa que la gestación está en riesgo y desea suplementar con algún progestágeno.
Gonadotropina coriónica equina (eCG): la presencia de eCG indica la existencia de copas endometriales por la presencia de una gestación de por lo menos 40 días (cuando las copas endometriales se están formando). Sin embargo, las copas endometriales secretan eCG independientemente de la presencia de un feto. Entonces, si el feto muere y la gestación se pierde en el periodo de presencia de copas endometriales (desde los 40 días hasta alrededor de los 120 días) la eCG se seguirá produciendo y nos dará un falso positivo en el diagnóstico de gestación.
Sulfato de estrona: es uno de los diferentes estrógenos producidos en la gestación equina. Algunos otros como la equilina y equilenina son únicos en esta especie. El sulfato de estrona es detectable en suero y orina de yeguas gestantes desde los 90 días. Es una prueba confiable de gestación y bienestar fetal ya que se requiere la unidad fetoplacentaria para su producción. El pico de niveles de sulfato de estrona en la gestación se da alrededor del séptimo u octavo mes y baja gradualmente para el término de la gestación. Esta producción de sulfato de estrona se relaciona con la producción de esteroides en las gónadas fetales. Hay que recordar que el tamaño de las gónadas fetales, tanto testículos como ovarios aumentan de manera impresionante en paralelo con la cantidad de estrógenos fetales producidos durante la gestación.
Relaxina: es una hormona que se produce en la placenta durante la gestación y se ha utilizado como indicador de preñez y función placentaria en la yegua. Esta hormona empieza a elevarse alrededor del día 70 u 80 y tiene un pico de producción hacia el día 200, manteniéndose elevada hasta el parto.