Universidad Nacional Autónoma de México
Reproducción de los animales domésticos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Capítulo 17. Equinos

17.6 REPRODUCCIÓN ASISTIDA EN LA YEGUA

17.6.1 INSEMINACIÓN ARTIFICIAL

Tiene como objetivo mejorar la eficiencia del semental, así como los porcentajes de gestación (figura 4). La primera inseminación artificial (IA) se tiene registrada en 1322, en la cual el semen fue recuperado de la vagina de una yegua árabe recién montada por un semental. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX que volvió a mostrarse interés en esta técnica. En la segunda parte de los 60s fue cuando realmente se comenzó a investigar y a desarrollar métodos de colección, manipulación y procesamiento del semen, así como técnicas en la IA de semen refrigerado y congelado (criopreservación) (figura 5).

De esta manera un eyaculado puede ser analizado, dividido, transportado (figura 6) y conservado (mediante refrigeración o congelación) e inseminar a más de una yegua sin los riesgos de lesiones inherentes a la monta directa. También, se ha utilizado como parte del manejo de yeguas y sementales con problemas de fertilidad.

Figura 6. Contenedor para transporte de semen refrigerado.

Junto con el monitoreo por ultrasonido, la IA se utiliza como una herramienta en yeguas que no presentan signos de estro o cuando la monta directa del semental se dificulta, así como en yeguas susceptibles a endometritis, en donde se reduce la contaminación uterina y el riesgo de enfermedades venéreas. Se tiene la oportunidad de aplicar la dosis inseminante adecuada, cerca de la ovulación y en volúmenes pequeños que pueden reducir la respuesta inflamatoria, junto con las terapias adecuadas que aumentan los índices de fertilidad.

Existen otros factores que afectan la eficiencia de la IA como: el volumen aplicado, la concentración espermática por mililitro, el tiempo de inseminación con relación a la ovulación, la frecuencia de inseminación y la supervivencia de los espermatozoides en el aparato reproductivo de la yegua. Algunas razas, principalmente la Pura Sangre Inglés de Carreras y el Jockey Club prohíben la IA.

En general, es ampliamente aceptado en la industria que una dosis inseminante transcervical efectiva y conservada de semen fresco en equinos sea de 500 millones de espermatozoides progresivamente móviles en condiciones estándares de manejo. Aunque se sabe que algunos sementales pueden requerir menores dosis para una fertilidad adecuada, números menores a 100 millones de espermatozoides pueden afectar la tasa de fertilidad por ciclo.

La IA con semen refrigerado es probablemente uno de los métodos más eficientes y populares en el mundo en los últimos 20 años. Este método ha permitido la distribución genética de sementales valiosos con porcentajes de fertilidad similares a los de semen fresco. Sin embargo, debe de existir una buena comunicación entre el veterinario que va a inseminar a la yegua y el centro de recolección al cual se le solicitó el semen, puesto que la fertilidad del semen refrigerado (figura 7) depende de muchos factores de manejo del eyaculado y de la yegua que se va a inseminar, así como de la fertilidad específica de ese semental cuando su semen se destina a este proceso, resaltando que a mayor tiempo de conservación del semen en el termo de refrigeración menor será su fertilidad.

Figura 7. Semen empaquetado para refrigeración.

Es muy importante tener control sobre la ovulación de la yegua a inseminar, comúnmente se usa un agente inductor de la ovulación como la gonadotropina coriónica humana (hCG) o un análogo de la GnRH, como la deslorelina. La inducción se puede realizar cuando la yegua presenta signos de estro, edema uterino y un folículo mayor a 35 mm, esperando que la ovulación se presente entre 36 y 48 h después de la inducción.

El primer potro nacido mediante la inseminación artificial con semen congelado fue en 1957 por un grupo de investigadores canadienses, donde se utilizó semen obtenido del epidídimo de un semental. En los últimos 30 años se ha incrementado la investigación y el uso de semen congelado, sobre todo en Europa. Aunado a esto, en América también ha aumentado su uso con la posibilidad de registrar potros Cuarto de Milla por este método desde el año 2000.

Ventajas de criopreservación de semen:

  • La distribución de material genético a cualquier parte del mundo.
  • La posibilidad de mantener el material genético indefinidamente.
  • Utilizar material genético de animales muertos.
  • Reducir costos en el transporte de reproductores (sementales y yeguas).
  • El uso más eficiente del semental permitiendo la producción de semen todo el año.
  • Control de transmisión de enfermedades.

Algunas de sus desventajas son:

  • Aumento en los costos y la demanda técnica para congelar el semen.
  • Reducción de la fertilidad en comparación con semen fresco o refrigerado.
  • Aumento en los costos y manejo de la yegua con respecto a la detección de ovulación y tiempo de inseminación.

No todos los sementales son buenos candidatos para criopreservación o para ser usados en un programa de IA con este método. Solo un pequeño porcentaje de sementales (alrededor de 25%) tendrán porcentajes de gestación similares a los de semen fresco y refrigerado con un buen manejo de la inseminación. El resto producirá resultados variables, obteniendo normalmente porcentajes bajos de gestación por ciclo, con lo que se elevan los costos del manejo y aumenta la desilusión del cliente hacia el procedimiento. Es comercialmente aceptado que el semen tenga un mínimo de 30% de motilidad progresiva al momento de la descongelación, aunque estas reglas varían dependiendo del país.

En general, se recomienda realizar la inseminación con semen congelado al menos 12 horas antes de la ovulación y hasta 6 horas después de la misma, debido a que el semen tiene un menor tiempo de viabilidad en el aparato reproductivo de la yegua por una reducción en la habilidad de adhesión a las células del oviducto por parte de los espermatozoides y a la reacción prematura del acrosoma, producido por las alteraciones que sufre la estructura de la membrana plasmática durante la congelación y descongelación. Existen diferentes protocolos de manejo de semen congelado que dependen principalmente de la disponibilidad, el precio, la calidad del semen y el estatus, así como la salud reproductiva de la yegua que se va a inseminar.

El éxito de la IA, en cualquiera de sus variantes, requiere de conocimiento y manejo cuidadoso de la yegua, así como del semen a utilizar. Entre más información y control se tenga del proceso, podremos determinar el mejor método a utilizar y las expectativas reales que tendremos de producir una gestación.