Universidad Nacional Autónoma de México
Reproducción de los animales domésticos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Capítulo 8. Gestación

8.7 INMUNOLOGÍA DE LA GESTACIÓN

El sistema inmune protege al organismo de potenciales invasores como microorganismos y células propias que puedan causar daño. Durante la gestación de mamíferos vivíparos este sistema debe ser superado porque el embrión y los tejidos gestacionales, formados después de la implantación, expresan antígenos extraños para la madre, sin embargo, la respuesta inmune no se da durante la gestación. Se sabe que las hormonas esteroideas ováricas tienen una influencia sobre los glóbulos blancos y cambian las concentraciones de estas células en la sangre periférica dependiendo del ciclo estral.

Los cambios inmunológicos inducidos por el líquido seminal, facilitan la preparación del aparato reproductor femenino para la gestación. A través de una limpieza de los agentes patógenos y desechos del eyaculado, se proporciona un entorno inmune que garantiza que los espermatozoides excedentes no provoquen reacción inmunitaria anti-esperma. En algunas especies, esta vía también está vinculada a procesos inmunes provocados por antígenos de origen masculino, que comparte el embrión después de la concepción. El efecto completo del fluido seminal en los parámetros inmunes femeninos se ha descrito mejor en el ratón. Sin embargo, la respuesta leucocitaria post-coital ha sido identificada en cerdos, conejos, ovejas, primates y otros mamíferos. También se ha descrito una actividad inmunitaria semejante en organismos como moscas, mosquitos, grillos y abejas melíferas.

El ovocito después de la ovulación viaja por el oviducto hasta su fecundación. El oviducto, al igual que el útero, está dotado de células inmunes residentes y secreta una alta variedad de citoquinas. El crecimiento y desarrollo del embrión antes de la implantación, a medida que atraviesa el tracto reproductivo femenino, está influenciado por las citoquinas y los factores de crecimiento secretados en el compartimento luminal desde el oviducto y las células epiteliales uterinas. Los embriones expresan receptores de citoquinas desde la concepción hasta la implantación. Múltiples tipos de citoquinas ejercen diferentes efectos sobre la viabilidad y el número de las células, expresión de genes y su desarrollo. Entre los factores que participan en la estimulación del desarrollo del embrión antes de la implantación están: factor estimulante de colonias – 1 (CSF-1), factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos (GM-CSF, CSF-2), factor inhibitorio de la leucemia (LIF), factor de crecimiento epidérmico ligado a la heparina (HB- EGF), factor de crecimiento tipo insulina I (IGF-I) y el tipo II (IGF-II). Mientras que otros factores como: Factor de necrosis tumoral (TNF) y el interferón γ (IFNγ) ejercen potentes efectos inhibidores. La exposición de los embriones a la vía correcta de citoquinas puede ser esencial para el correcto desarrollo fetal, de la placenta y, más adelante, de la salud del neonato (figura 20).

Figura 20. Fecundación e implantación. Activación del cigoto por NO2. MHC II: moléculas clase II del complejo principal de histocompatibilidad. IGF: factor de crecimiento tipo insulina.

Cuando el embrión se implanta, la progesterona incrementa y produce cambios en el medio local para acomodar y responder a la infiltración de las células derivadas del embrión. Un evento clave en la respuesta materna a la implantación del embrión es la respuesta decidual del endometrio. En varias especies esta respuesta ocurre simultáneamente a la implantación del embrión en el lado antimesometrial del útero. La decidualización es una transformación del estroma uterino que incluye complejas interacciones entre hormonas esteroides, factores de crecimiento, citoquinas y potencialmente leucocitos específicos incluyendo células NK y células dendríticas. Aunque no todas las especies producen la decidualización, su función es muy importante en aquellas que sí lo sufren. Acompañando a la respuesta decidual hay un cambio dramático en la matriz extracelular uterina (MEC), que proporciona el medio que favorece el crecimiento del trofoblasto y apoya al aumento en la permeabilidad vascular y al edema tisular. A su vez, la respuesta decidual afecta las poblaciones de leucocitos locales. Esto se da por una alteración de la MEC que afecta la adhesión, migración y diferenciación de los leucocitos (figura 21).

Figura 21. “Mecanismos materno-fetal que contribuyen al mantenimiento de la gestación. Del lado materno se observan células dendríticas, células T (CD4+), células asesinas (NK) y macrófagos, para evitar la acción de la mayoría de los antígenos. P4: Progesterona, PG: Prostaglandinas, FC: Factores de crecimiento.

Los leucocitos presentes en el momento de la implantación del embrión están específicamente equipados para facilitar la transformación decidual, y para tratar el desafío inicial de invadir células del trofoblasto embrionario. La progesterona influye en la programación que provocan las citoquinas en los leucocitos locales, y en las respuestas inmunitarias que podrían provocar las señales propias del embrión y formar un medioambiente propio para mantener la gestación. Este comportamiento pro – tolerogénico en los leucocitos es esencial para proteger y apoyar la fase inicial de la morfogénesis placentaria cuando las células citotrofoblásticas genéticamente diferentes y altamente especializadas del blastocisto implantado, avanzan directamente hacia las regiones donde residen estos leucocitos.