Universidad Nacional Autónoma de México
Reproducción de los animales domésticos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Capítulo 10. Puerperio y reinicio de la actividad ovárica

10.4 INVOLUCIÓN UTERINA

Después del parto, el útero es un saco grande y vacío, que pesa alrededor de 9 kg; este peso debe reducirse a 1 kg al cabo de 30 días si la involución ocurre normalmente. Por su parte, el cuerno previamente gestante mide alrededor de 1 m de longitud y 40 cm de diámetro. La reducción de volumen y peso se efectúa de manera logarítmica: en 5 días el diámetro se reduce a la mitad, la longitud alcanza 50 cm en 10 días; el peso se reduce a 4.5 kg en una semana. Este peso permanece estacionario por 25 días más. El cuello involuciona más lentamente, pues demora entre 50 y 60 días para alcanzar el tamaño de una vaca vacía normal. El tiempo promedio de involución uterina oscila entre 25 y 45 días (figura 2).

Figura 2. Proceso de involución uterina.

El reflejo de Ferguson durante el parto induce la liberación de oxitocina, responsable mayor de las contracciones uterinas cambiando la contractibilidad de las células miometriales; su acción contribuye a expulsión de las membranas placentarias y a disminuir el lumen uterino (interactivo 2). Esto es posible porque la oxitocina permite que las células musculares se acortan después de cada contracción. La acción del reflejo de Ferguson es reemplazada por el efecto temprano del recién nacido que estimula, mediante la succión, la liberación de oxitocina que permite la contracción uterina al menos durante dos días, aunque cada vez es más tenue y espaciada, lo que permite la retracción del útero y la disminución del tamaño de las miofibrillas.

Expulsión de membranas placentarias
Interactivo 2. Vaca expulsando la placenta.
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Las fibras musculares lisas longitudinales y circulares se contraen sin relajarse completamente; al momento del parto tienen un diámetro de 700 µ y tres días más tarde éste se reduce a menos de 200 µ.

10.4.1 LOS LOQUIOS

Se llama loquios (del griego lochios = relacionado con el nacimiento) al líquido que se acumula en el útero normalmente después del parto. Este material está formado por elementos procedentes de la reparación del útero, además de secreciones de las glándulas de la mucosa uterina, glóbulos rojos, leucocitos, células epiteliales de descamación y bacterias. El volumen de este contenido en vacas es normalmente alrededor de un litro y medio al segundo día postparto; en dos semanas se reduce a 400 ml para desaparecer completamente a las tres semanas. El flujo, sin embargo, no es regular: es abundante en los cuatro primeros días, desaparece luego hasta el día 10, posteriormente reaparece y se mantiene hasta el día 12.

Las características de los fluidos uterinos dan una idea de la normalidad con que está ocurriendo el proceso de involución uterina. En el primero y segundo días postparto los fluidos son serosanguinolentos pero su aspecto cambia cuando comienza la disolución de las carúnculas en donde aparecen cantidades variables de sangre y el fluido se vuelve más denso. Entre los días 7 y 14 del puerperio, en los loquios se encuentra sangre proveniente del tejido caruncular: el color cambia de rojo oscuro hasta café achocolatado y luego se torna cristalino semejante al moco estral aunque, mezclado con material de disolución caruncular, da la impresión de material purulento; sin embargo, no tiene olor putrefacto, ni fétido, lo que significa que la involución está transcurriendo de manera normal. El aspecto purulento de los loquios se considera normal hasta los 18 días después del parto (figura 3).

Concomitante con el parto, el saco uterino se contamina con bacterias, como consecuencia de la apertura del cuello. Los microorganismos más frecuentes son Staphylococcus spp., Streptococcus spp., Actinomyces pyogenes, E. coli, y Proteus spp. Estos agentes se multiplican rápidamente, alcanzando concentraciones máximas hacia el día 9 postparto, sin embargo el útero tiene la capacidad de resistir y combatir exitosamente la infección bacteriana temprana gracias a la acción fagocítica y bactericida de polimorfonucleares y de macrófagos se logra su erradicación a partir de la tercera semana.

El endometrio produce 13,14-dihidro-15-ceto-PGF2α (PGFM), metabolito de la PGF2α, en concentraciones, entre el día 0 y 6 postparto, del orden de 2.160 pg/ml; a medida que avanza el puerperio (día 7 a 14) disminuye la producción (957 pg/ml), y entre los días 15 a 35 se encuentran concentraciones entre 400 a 480 pg/ml. La PGF2α y otros metabolitos del ácido araquidónico, potencializan la función inmune lo que, a su vez, facilita la actividad quimiotáctica para los neutrófilos, aumentando la capacidad fagocítica importante no sólo para erradicar bacterias sino también para limpiar de detritus los loquios y el útero. Como no es muy probable que ocurra una ovulación antes del día 21 posparto, no habrá producción de progesterona que interfiera con la secreción de PGF2α y, de esta manera, se mantiene la acción inmune (video 2).

Video 2. Respuesta inmune mantenida por el útero al no ocurrir la ovulación.

En el útero de vacas con involución normal también se producirá PGE2 pero en menores concentraciones que la PGF2α. Cuando la involución se retarda, especialmente en los animales con retención placentaria, esta relación cambia. Se ha demostrado que la PGE2, a diferencia de la PGF2α, reduce la proliferación de linfocitos T y la producción de interleucina-2 (IL-2), así como su receptor. La interleucina-2 es una citoquina que se produce como consecuencia de la activación de los linfocitos T y es necesaria para el buen funcionamiento de los linfocitos T y B; esto es, para la producción de anticuerpos y para las respuestas de inmunidad celular. La presencia de altas concentraciones de PGE2 contribuye a la disminución de la concentración de inmunoglobulinas y a la reducción de la actividad citotóxica de los linfocitos, retardando así la involución y aumentando la incidencia y severidad de la infección uterina en la vaca.

10.4.2 CÉLULAS ENDOMETRIALES

El epitelio inter caruncular y glandular sufre un proceso similar de degeneración y descamación, tal como ocurre en las carúnculas (degeneración hidrópica y necrosis fibrinoide). Al mismo tiempo, y desde el primer día, aparece un epitelio nuevo que recubre progresivamente todo el endometrio, incluidas las carúnculas, esta actividad se completa entre 15 y 30 días. En la pared endometrial aparecen histiocitos, monocitos, mastocitos y polimorfonucleares, así como células gigantes multinucleadas. La estructura histológica normal se alcanza entre los 30 y 40 días.